miércoles, 30 de junio de 2010

Las mujeres

No soy feminista, pero creo que las mujeres la llevan. Estoy rodeada de señoras y señoritas valientes, que se levantan todos los días con una sonrisa en la cara. Mujeres que se maquillan frente al espejo y otras que salen a la calle con la cara lavada. Son grandes porque aguantan el frío y la lluvia en invierno, porque se ganan la plata y la dignidad en sus trabajos, porque crean mundos fantásticos y dan calor incluso cuando es lo único que les queda en la cartera.

No existe en mi círculo una mujer que no sea valiente, cada cual en su estilo. Empezando por GloriaToledo, ese nick que oculta a la amiga más bella que existe. Esa que me dijo, en la cara, que no podía seguir sufriendo con mi decisión de no seguir educando a mis rebeldes alumnos. Ella es una especie de muro repleto de flores olorosas, primaverales y coloridas. Tiene, como explicarlo, un lente con el que amplía el mundo sobre el que el resto hacemos nuestros análisis y discutimos. Siempre una palabra empática y llena de sabiduría sale en el momento indicado.

Mi madre, otra grande. Su mirada no juzga, sino que acompaña las decisiones de quienes la rodean. Nunca toma un arma que pueda ser usada como venganza, incluso cuando alguien le hizo algo malo. Es profesora y le gusta tanto su trabajo, que siempre ha sido un modelo para mí. Quizás, toda esta aventura de Enseña Chile tiene mucho más que ver con ella de lo que yo creía en un principio. Heredé de ella la pasión por las cosas bien hechas, el ojo cínico para evaluar la realidad cuando se pone fea y la risa estrambótica que a veces estalla ante una buena broma.

Paulina, mi compañera de ruta en el Liceo Comercial. Una mujer que se ha hecho sola, que adora a su madre que también se hizo sola y que es tan fuerte que estoy segura que va a terminar esta aventura que empezamos juntas.

Paola, que es grande y a quien extraño tanto. Una mujer que me enseñó que las amigas a veces también se enojan y que eso hace bien. Que las amistades crecen no sólo al calor de un buen vino sino que también en momentos aciagos.

Tantas, tantas. Mi tía Rosa, en cuya casa el calor siempre sobra. La profe Julia, quien a pesar de haberla dejado a medio camino en la tarea de mejorar el Simce en el Liceo, me agradeció por "derramar esa gota en este océano, que nadie más podía haber derramado". Caco, un muro de contención que espera a que uno tome las decisiones para decirte que cree que hiciste lo correcto. Carmona, la mejor en lo que hace, sensible y rastreadora de historias increíbles. Leyla, mi mamá, que me enseñó a escribir de nuevo. Tías, primas, amigas, profesoras, alumnas, estrógeno puro.

Especial mención para Cristina, una de mis alumnas, que a pesar de las adversidades tiene en sus ojos ese fuego y esas ansias de salir de la pobreza que me hace tener esperanzas en el futuro.

Gracias a todas!

martes, 29 de junio de 2010

Valdivia en la niebla

Valdivia en la niebla, dice una canción de Patricio Manns. Valdivia tragada por la niebla, digo yo que estuve en un fin de semana de invierno paseando por la costanera. Era de noche y sólo quedaban algunas parejas valientes desafiando al frío sentados en una banca. O quizás aprovechando esta niebla para esconderse del resto de los mirones en una ciudad que todavía no deja de ser pueblo.

Ese fue el final del viaje, la niebla nos dio una despedida hermosa y fría. Hizo que las luces de la calle se transformaran en rayos que atravesaban los árboles, tal como a veces se cuela el sol por entremedio de las nubes. Una noche de un lunes feriado en una ciudad del sur es el lugar más solitario que hay. Algunos parroquianos estaban sentados frente a las máquinas del casino. Otros se apuraban en comprar las cosas de la semana en el supermercado. Todos los que a esa hora estaban en la calle parecían correr a sus casas. Un pedazo de la costanera se hundió con el terremoto. Si bien no es nada grave, la gente de Valdivia se impresionó, quizás por el casi mitológico recuerdo del terremoto de 1960.

Lo que más impresiona del centro histórico de esta ciudad es que hay pocos edificios realmente antiguos. Al caminar por las calles comerciales aparecen placas que explican el por qué: el incendio de la ciudad en 1909, el terremoto...

Uno de los edificios más imponentes es el del Cecs, Centro de Estudios Científicos, obra del connotado físico Claudio Bunster, el mismo que antes era Teitelboim pero se cambió el apellido cuando descubrió que Volodia no era su padre (el comidillo me encanta) . El edificio ocupa una cuadra y se nota la inversión. El resto, calles oscuras pero amables. Destaca la calle Esmeralda, donde se han ubicado algunos restoranes y pubs, que la perfilan como un pequeño barrio bohemio. Se está recién perfilando, digo, porque al lado del pub hay un jardín infantil o un centro médico, por ejemplo.

De seguro, Valdivia debe ser mucho más en verano: habrá más gente, el frío no será tan intenso, las avenidas tendrán más luz. Pero yo la prefiero así, nostálgica y solitaria, cubriendo al río Calle calle de niebla. O tragándoselo, mejor dicho.

jueves, 24 de junio de 2010

Feliz Año Nuevo!

Anoche vivimos la fiesta del año nuevo mapuche (que también corresponde a la de otros pueblos originarios), agradecimos por lo bueno y lo malo, quemamos la mala fortuna y los malos pasos del año que se fue, pedimos bendiciones a nuestra madre tierra y compartimos un momento de magia, como si estuviéramos en pleno campo a la luz de las estrellas. La diferencia es que estábamos en nuestro departamento, rodeadas de cemento y fierros...

No importa, lo que vale es que comienza el momento de sembrar y debemos hacerlo con la conciencia y el cuerpo conectados y limpios, para que este año sea mejor que el anterior. Sin duda, cada nueva etapa de nuestras vidas es un aprendizaje, pero eso es válido siempre y cuando colguemos las armas un rato y nos detengamos a mirar en nosotros mismos.

domingo, 13 de junio de 2010

Pizarro

Sus compañeros le dicen "El Negro", porque a falta de negros reales, cualquier morochito se considera como tal. Pizarro llamó mi atención desde el primer día, porque a pesar de que estaba callado, imaginé que sería algo así como un buen alumno revoltoso. No sé, creo que fue la combinación de lentes ópticos con peinado a lo Mauricio Pinilla lo que me dio esa impresión.

Pizarro tiene una mamá que lo adora y que nunca falta a las reuniones. Es secretaria y tesorera del curso. Ella me dijo, en la primera reunión por allá por marzo, que su hijo hablaba de mi en casa. "Dijo que usted se parecía a mí, pero era más seria". Entonces, la conexión fue en ambos sentidos.

Hace unos meses, tenían que escribir una carta formal para mi clase. Pizarro me escribió y me dijo que esperaba que les tuviera paciencia porque él creía que íbamos a alcanzar la meta. Me emocionó que por lo menos uno de mis más de 200 estudiantes entendiera el sentido profundo de lo que estaba haciendo yo ahí. Me emocionó y se lo dije. Click de nuevo.

Esta es una de las cosas que extrañaré cuando me vaya. El contacto profundo y humano que a veces se da con alguien a quien no conoces, pero te está entregando su confianza. Estoy segura de que a Pizarro, Ramírez, Escudero, Silva, les irá bien, porque son buenas personas. Solo me queda decírselos por última vez antes de irme.

domingo, 6 de junio de 2010

Mañana compraré pasajes pero no se a dónde

En el concierto de Manuel García, lleno de gente y de emociones, una lágrima impertinente me recordó la realidad en la que estoy metida desde que decidí este camino. Pero esta vez no fue por los alumnos, las clases que no resultan o los recursos que fallan.

Se trata de algo que superó todas mis expectativas.

El viernes pasado, la jefa de UTP decidió reunir a los profesores para "apretarlos" por los resultados del Simce. Nuestro colegio viene bajando desde hace tres mediciones y hoy tiene un promedio de 211 puntos. Es decir, somos los más pencas del sistema, siempre y cuando consideremos ese dato en frío...esa es otra discusión.

Los equipos de Lenguaje y Matemáticas (tres personas cada uno) estábamos en otras reuniones, hablando de lo mismo y fuimos convocados al grupo general.

Nos sentamos. La jefa de UTP partió, cual Bielsa, convocando a todos a unirse a la meta de mejorar los resultados. Hasta ahí todo bien.

Luego el balde de agua fría: "En el colegio hemos recibido muy bien a la gente de Enseña Chile, sin embargo, sentimos que no han sido lo que esperábamos", dijo. Y siguió con un "Paulina, tú por ejemplo, trabajas muy individualmente. Y tú Katerinne, en realidad...no se cuál es tu aporte". PLOP.

Después de eso, no he vuelto al colegio. Estoy con licencia y revisando cada una de las cosas que he hecho hasta ahora, pensando si vuelvo o no.

Me siento como en la canción "mañana sacaré pasajes pero no se a dónde".

jueves, 3 de junio de 2010

Sindicato de periodistas de La Nación clama para que su diario no desaparezca

(Fuente: The Clinic)

DECLARACIÓN PÚBLICA:
Con 93 años de vida, el diario La Nación se enfrenta hoy a un escenario que puede concluir con su muerte. Luego de una ronda de conversaciones que tuvo el Sindicato del Área Periodística de La Nación con diversos parlamentarios, el próximo miércoles 2 de junio el Congreso Nacional debatirá el dilema de este medio de comunicación, en una sesión especial.

Muchas de las críticas que se han realizado a La Nación son compartidas por sus trabajadores, pero éstos se oponen al cierre de un medio de comunicación que ha sido un aporte a distintos sectores sociales, en un contexto negativo para el pluralismo informativo.

El Sindicato del Área Periodística plantea que hoy está la oportunidad de dotar a este diario de un estatuto público, discutido por todos los sectores sociales y políticos, que de garantía de su imparcialidad y transparencia.

Con resguardo de las diferencias, la condición legal y administrativa de TVN que está determinada por una ley que la obliga a seguir ciertos lineamientos que no cambian con los sucesivos gobiernos, un diario público también puede regirse por una estructura legal que permita una administración profesional y plural, con proyectos que permitan su desarrollo.

El Sindicato del Área Periodística de La Nación aboga por un diario público que responda a estándares de calidad, pluralismo y transparencia, y que compita por sus lectores con los mismos recursos periodísticos que el resto. Es la independencia y el profesionalismo de sus trabajadores los que darán credibilidad y permitirán encontrar sintonía con la ciudadanía.
La necesidad de un medio público

En Chile, la prensa escrita funciona como un duopolio, el 92% del mercado está concentrado en dos propietarios: Copesa y El Mercurio. Si bien ambos consorcios periodísticos tienen el legítimo derecho de profesar su propia línea editorial, éstas no representan a todos los sectores de la sociedad chilena. Son medios que basan su negocio en la publicidad y ésta, por definición, busca la masividad y homogeneización de los discursos, fuertemente centralista, dejando fuera de sus páginas la riqueza cultural y de ideas del país. Refuerzan el centralismo y abandonan la realidad local.

En este escenario, el surgimiento de nuevos medios escritos es casi imposible, pues debe competir con gigantes que tienen cautiva a la publicidad de las grandes cadenas de comercio y empresas. Necesitarían espaldas económicas demasiado grandes para disputarles la publicidad y un espacio del mercado.

La Nación escapa a ese dilema porque cuenta con el financiamiento del Diario Oficial, que en la década de los 30 fue anexado al primer medio de comunicación, justamente con la idea de que La Nación no sucumbiera ante la publicidad de la época y tuviera independencia del presupuesto del país. Por la misma razón, se unió la imprenta nacional.

El diario La Nación, que en el pasado fue propiedad del Estado, hoy funciona como empresa privada. El 30% de su propiedad es de privados y el 70% del Fisco. En virtud de ese 70%, el gobierno controla la línea editorial, aunque el 30% tiene participación preferencial.

La propiedad estatal debería obligar a generar un estatuto que garantizara a diversos sectores de la sociedad el pluralismo, la transparencia y el respeto con que la información es trabajada. De esa manera, se podrían incluir distintas miradas y noticias que los demás diarios no imprimen en sus páginas porque su línea editorial se los impide, por sus conflictos de interés o porque su vocación es distinta.