martes, 27 de julio de 2010

Por fin!!!!

Nunca me sentí discriminada hasta que me tocó cotizar planes de salud. Por ser mujer debía pagar más, porque me podía quedar embarazada y ese era suficiente pecado como para castigarme. La aberración era tal que incluso isapres ofrecían "planes sin útero", es decir, el compromiso era no embarazarse y se pagaba menos. Mi caso, sin embargo, no era tan grave. Lo peor le queda a las personas que se pensionan y comienzan a enfermarse cada vez más: La isapre puede subir su plan unilateralmente y empujar así a su cliente no deseado al sistema público, que se atocha de gente enferma y con poco dinero. Qué bonito sistema, inventado -como muchos de nuestros males- durante la dictadura. Qué vergüenza.
Fallo del TC declaró inconstitucional tabla de factores de riesgo

Isapres se quedan sin mecanismo para discriminar por edad y sexo el valor de sus planes de salud

Por siete votos a favor y dos en contra, el TC dejó sin efecto parte del artículo 38 de la Ley de Isapres que otorgaba a la Superitendencia de Salud la facultad de establecer 18 tramos diferentes para determinar cuánto cobrar. “Con este fallo del tribunal estamos reafirmando que en Chile todos tenemos el mismo derecho a acceder a una salud digna, sin discriminaciones ni barreras”, dijo al respecto el senador del PPD Eugenio Tuma.


(El Mostrador)

El Tribunal Constitucional (TC) declaró inconstitucional este martes parte del artículo de la ley de Isapres que permitía a la Superintendencia de Salud establecer cobros diferenciados a los cotizantes dependiendo de su edad y sexo.

La decisión del TC respecto de uno de los puntos del artículo 38 de la citada normativa, se adoptó en una votación de siete votos a favor y dos en contra, luego de una sesión que se prolongó por más de dos horas.

Se trata de un aspecto de la ley que fue calificado en distintos sectores como discriminatorio, ya que entregaba a la Superintendencia del ramo establecer una tabla de factores de riesgo que consideraba 18 tramos.

De este modo, los ministros consideraron que si bien existen razones técnicas para establecer diferencias entre los planes de salud de las personas dependiendo de su edad, éstas no pueden significar cobros discrecionales y excesivos.

Por ello plantearon que el tema debe ser regulado por una ley especial, pero no como ocurre actualmente, con una norma de la Superintendencia de Salud.

Por eso, el TC plantea que es necesario que esta materia se regule por una ley especial y no a través de una norma dictada por la Superintendencia de Salud, como ocurre hoy.

DERECHO IGUALITARIO A LA SALUD

En tanto, el senador del PPD Eugenio Tuma celebró la decisión del Tribunal, ya que a su juicio viene a restablecer el derecho de acceso igualitario a la salud de millones de personas.

El parlamentario destacó que con este dictamen “se restablece un derecho para todos sin costos distintos, sin barreras ni discriminación”.

“Con esto se viene a hacer justicia con una demanda ciudadana esperada por los cotizantes de Isapres desde sus inicios, quienes veían que cuando se acercaban a la tercera edad eran prácticamente expulsados o presionados para la expulsión, por cuanto se les iba subiendo arbitrariamente los costos de sus planes”, explicó Tuma.

Dijo que el dictamen también corrige lo ocurrido con la mujer y el incremento de los costos de salud, ya que estas también sufren hoy en día de aumentos arbitrarios en los costos de la cotización.

“Con este fallo del tribunal estamos reafirmando que en Chile todos tenemos el mismo derecho a acceder a una salud digna, sin discriminaciones ni barreras”, concluyó el legislador.

miércoles, 21 de julio de 2010

Feliz

Tengo una lista de las cosas por las que he sido feliz esta semana. La anoté en una servilleta. Ejercicio muy recomendable para darse cuenta de que la vida es linda.

Cosas por las que soy feliz

-Canté canciones como "Maldita primavera" y "Rosa" de Sandro en karaoke.
-Tomé un chocolate dulce y caliente en una tarde fría.
-Conversé hasta las dos de la mañana con un amigo del alma.
-Almorcé tallarines con salsa de tomates preparados a la rápida por ese mismo amigo.
-Me comí un completo en el Dominó.
-Dí un abrazo de Feliz Cumpleaños e hice un regalo lindo.
-Una persona que no veía hace tres años me dijo "estás igual".
-Muchos amigos acogieron mi llamado de publicar un mensaje contra la instalación de una termoeléctrica.
-Soñé que viajaba a Buenos Aires.
-Tomé vino mientras hablaba de música con mis amigos.
-Salieron oportunidades de trabajo (no llueve pero gotea).
-Se me pasó el resfrío
-Escuché mucho el disco nuevo de Manuel García.
-Vi poca tele.
-Escuché una cumbia de Américo y la canté en voz bajita, porque estaba en el trabajo.





domingo, 18 de julio de 2010

Nos estamos quedando sin noticias

No encuentro otra explicación para una nota extraña y fome que se publicó hoy en las Ultimas Noticias, diario farandulero por excelencia. Se trata de las profesiones que se han puestro de moda tras el terremoto. Reparé en ella sólo porque mi amigo Bono me llamó para decir que sale mi foto ilustrando una parte de la crónica.

Esta es la nota y la foto. Salgo fatal, con cara de aburrida y sin saber por qué al periodista se le ocurrió que mi cara de nada se podía linkear a esto de que todo el mundo quiere ser profesor, sobre todo tomando en cuenta que no se menciona a Enseña Chile, ni al colegio de Puente Alto, ni nada aparte de una señora que será muy respetable pero que no he escuchado nombrar en mi vida.

Sólo tengo dos apuntes ante esta rara situación.

Primero, que al parecer no había noticias en LUN para la portada del domingo. Porque la nota, que quería retratar a las profesiones que han tenido un auge tras el terremoto no es más que un recocido de cifras, que tiene como ilustración principal una foto de George Clooney...porque el periodista, parece que a falta de no tener un buen comienzo para su historia, parte contando brevemente el papel que el actor hace en la película "Amor sin escalas". Se nota demasiado el pegado con engrudo.

Segundo, qué fatal eso de que las imágenes de una anden por ahí y puedan ser publicadas en cualquier medio. Si ni siquiera me han entrevistado alguna vez de LUN! Pensando en el origen de la foto, sólo atino a pensar que fue sacada una vez que me entrevistaron, en enero y a raíz de mi participación en Enseña, del diario El Mercurio.

Bonus Track: Compré el diario para ver de qué se trataba la nota (qué más encima fue portada) y me di cuenta de que cada vez que cierro las páginas...¡George Clooney y yo nos besamos! Qué top!

martes, 13 de julio de 2010

Llegan los bebés...se acercan los treinta

Laura es la hija de mi mejor amiga de la universidad y probablemente nazca en las próximas dos semanas, en el hospital Luis Tisné. En los últimos cinco años, gran parte de mi círculo de amistades ha pasado por la experiencia de la maternidad. Mis visitas a la clínica para esperar un nacimiento ya tienen su rutina: llego, saludo a la familia, converso un rato si es que hay confianza, me voy a comprar un café y nos sentamos a esperar las esporádicas y nerviosas salidas del padre de la criatura con las noticias de los centímetros de dilatación de la madre. Y la guinda de la torta es ver al bebé a través de un vidrio hasta que la enfermera nos pide que lo dejemos descansar.


Mi primer parto fue de larga distancia. Estaba en Concepción y mi amiga del colegio le pidió a su pololo que me llamara para avisar que venía Sayén. La conocí meses después. Uno de mis últimos partos fue el de mi prima Ale. Eramos veinte personas esperando a Magdalena y bebiendo sidra en el estacionamiento mientras la bebé dormía en su cuna. Entre medio, nacieron Sofía, Oscar, Pablo, Manuel, Leonor, Clara...


Los treinta


Cuando estaba en la universidad, aquella gloriosa del arco de Medicina en Concepción, tuve un grupo de amigas con las que compartimos todas las lluvias y los carretes. Hace cinco años jugábamos a lanzarnos de la escalera del segundo piso a un colchón, en una casa demasiado elegante para nosotras. Pintábamos lienzos de protesta en el living de la casa, hacíamos engrudo para pegar los afiches, nos subíamos a las mesas de un bar a cantar algún clásico del repertorio latinoamericano.
Hace menos de tres años, nos emborrachábamos en el dormitorio de una de ellas y nos sacábamos fotos parodiando a Sex and The City.

De repente, tres de las cinco chicas tienen hijos. Y cuatro de cinco tienen pareja muy estable. Soy minoría absoluta.



Hace poco hablaba con un amigo acerca de los treinta años y de que no me imagino cumpliéndolos. No se si me va a dar una crisis, si voy a sentir que se me va el tren, o voy a hacer una fiesta en la que nos veremos un poco más viejos y bailaremos la Mayonesa como los treintones de hoy alucinan con la música podrida de los ochenta. Quizás ni siquiera me de cuenta. En una de esas, me empiezo a juntar con gente más joven, sólo por no querer asumir que ya soy adulta. O con gente más vieja, para seguir siendo la péndex del grupo.

Algo de esto se me va a pasar por la cabeza cuando esté sentada en la sala de espera del Luis Tisné esperando a Laura, la hija de mi mejor amiga de la univesidad.

lunes, 12 de julio de 2010

Cómo nos cambia la vida

Me llegó un mensaje de texto que tuvo el efecto de una carta- bomba. Inocente en su forma, te desarma en el fondo. Mi ex-alumna, Jocelyn, me escribe para saludar y para decir que me extrañan en el colegio. Muy cariñoso, muy del alma.

No puedo parar el llanto. Será que me duele haber abandonado a esos chiquillos que todos abandonan. A ellos, que están acostumbrados a que todos les fallen. Yo les fallé, una más en la lista.
Qué más da.

Ha pasado más de un mes desde que decidí no continuar con esta aventura y extraño a mis malandrines. Extraño incluso el sacrificio de levantarme a las seis de la mañana, hacer clases con un frío de mierda, aguantar los gritos, las peleas en la sala de clases, tratar de enseñar algo a las tres de la tarde. Es raro. Será que la memoria es selectiva o que debí esperar un poco antes de salirme.

No tengo todavía una reflexión sobre esto. Sólo se que nunca antes en la vida había sentido que mi trabajo diario, de hormiguita, estaba haciendo una diferencia. Y eso cambia todas mis miradas hacia el futuro.

Quizás se me quite algún día. Pero todo trabajo que pueda hacer de aquí en adelante me parece inútil, superficial, mínimo. Porque mientras yo escribo sobre los árboles, Nicolás A. no tiene dónde dormir. Y mientras yo me tomo todas las mañanas un café caliente, Arturo M. trata de no llegar a sus clases drogado. Cuando yo me meto a la ducha caliente, Nicolás L. intenta lavarse algo entre medio de las once personas que viven con él y que quieren ocupar el baño. Y debe huir de un tío que le mira raro y se le acerca. Una realidad que es posible imaginar, pero que cuando la ves en los ojos de un niño, te cambia la vida. Te conmueve y te hace sentir culpable de vivir en una sociedad que lo permite.
No digo que sea para todos la misión de ser profesores, o involucrarse con estos chiquillos. Pero es hora de despertar, de decir algo ante la injusticia, de entender que nosotros, los que tenemos acceso a leer en este blog, a navegar por internet, a opinar, podemos decir algo por ellos.

Es lo que espero que suceda.